Mi niño interior...

Al intentar curar las heridas de mi pasado, descubrí cuán lastimado estaba mi niño interno...

Todos los que me conocen saben que soy una niña de 33 años, sonriendo todo el tiempo, capaz de jugar (menos voley!), dibujar, pintar con témperas hasta ensuciarme la cara, bailar en la calle (menos el venao ps!), cantar en cualquier parte... Y decir lo que pienso y siento aunque sea lo último que haga... Tengo mi habitación en rosa, mi pijama es rosa, mis babuchas son de vaquita con el hocico rosa, mi ropa es rosa, tengo unas botas y cartera rosa, la mochila de mi lap top es rosa y su sobre protector también, mi chancho alcancía es rosa y tengo aretes y accesorios en rosa también. Y por supuesto no podía faltar el perfume de esencia de rosas... Mi consultorio está siendo decorado como la habitación de un niño... mi niño interior (pero no en rosa porque no encontré unidad dental de ese color!!)...

Mi niño interior ha bombardeado a mi adulto externo día con día y siempre me he preguntado si es normal...

Al descubrir las heridas del pasado, el eco de un llanto lastimero y frustrado llegó a mis oídos como recuerdo de los primeros años de mi infancia. Y aunque no es agradable saber qué o quién te lastimó, es bueno reconocerlo para poder curar esas heridas.

Estoy intentando perdonar a quien me lastimó, a quien no lo evitó y a quien no reclamó al saberlo. Quizá nunca lo olvide...

Y en mi desconocimiento he ido atrayendo a adultos con niños internos lastimados como yo. Si alguien pensó que los niños son crueles, imagínense cuánto más es un niño lastimado creciendo en el cuerpo de un adulto que no puede aceptar que no ha madurado como tal...

Ahora siento que empieza mi vida como tal... Me apena dejar de ser un niño... Sólo hay que verlos, tienen esa vitalidad, esa fé en el mañana, ese entusiasmo por la vida único. En su mirada hay verdad, hay inocencia (claro que en la mia ya no ps!! jijijij), pero es lindo verlos!

Cuiden a sus niños internos, mímenlos, cúrenlos. Cuiden a sus niños reales, protéjanlos, ámenlos, déjenlos caer, pero no suelten sus manitas, no dejen de mirarlos, no dejen de darles respeto, valores, integridad.

Amen a cuanto niño conozcan!!!. Y amen a su propio niño interior, para poder ayudar a curar los niños lastimados de adultos incomprendidos.