Uno nunca aprende lo suficiente. Constantemente estamos siendo bombardeados con información, imágenes, periódicos, análisis, noticias, buenas, malas, todo el tiempo, sin descanso. Las recibimos, algunas las procesamos y las integramos a nuestro esquema mental y otras, sólo las olvidamos... En el colmo de nuestro esgoísmo, las noticias remalas ni las miramos, jeje, esa soy yo... Yo que no leo el diario porque no me gustan las malas nuevas o que no veo los noticieros porque detesto las imágenes de los choferes alcoholizados, las combis asesinas y los ticos de la muerte. Yo, la misma que detesta los abusos de los padres, la rebeldía estúpida de los adolescentes y el sacrificio de los no nacidos... Sí, soy esa persona egoísta que no recuerda el dolor del ayer para no manchar la felicidad del hoy...
Pero si de algo me sirvió este año que se va, fue para aprender de mis propios errores. Y para nombrarlos necesitaría una lista más larga que los consabidos papiros egipcios... Sin embargo, no hubiese podido aprender del error si no fuera por mis amigos, por mi familia. No ha sido fácil, pero hubiese podido ser peor... Y yo lo sé... Ahora, lejos del bromazepán y de la sertralina, digo con orgullo que he vuelto a ser como siempre fui, sólo que menos indolente, más resuelta, un millón de veces más alegre y 100% decidida. Y todo eso gracias a mis angelitos de la guarda... Yo soy una persona muy afortunada, logré hacer una lista de 10 personas que a pesar de conocer lo mejor y, aún, lo peor de mi, siguen siendo mis amigos.
En esta lista hubiese podido incluir a más personas, pero el formato de el blog no permite más de 10, jejejejejej, de lo que resulta que cada uno de ustedes es importante en mi vida más de lo que se imagina. Gracias por eso...
Gracias por las tardes interminables de café (de la fórmula secreta italoperuana, jaja), por las confidencias, los karaokes y los conciertos de Marisol. Gracias por los secretos del futuro y el recuerdo del pasado. Gracias por regresarme a los dulces 19, los chats y la desilución compartida. Gracias por el engreimiento, la sabiduría y las tareas de la maestría jajajaja. Gracias por las copas de vino y las escapadas del mundo real. Gracias por las 20 copitas de pisco sour y por escucharme siempre. Y gracias por ser alguien con quien siempre puedo contar y cantar!.
Gracias a todos ustedes por haber hecho del año que pasó un año tan bueno que me cuesta despedirme de él. Y gracias más por seguir en la misma vía, por las muestras de cariño constante, desmedido y desinteresado... Saben que así pueden también contar conmigo, siempre!
Feliz año nuevo, amigos!!!
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