Debo aceptar que una parte de mi es feliz... y la otra se deshace de infelicidad...
Asumo que es la deuda que tengo con el universo... El error cometido es más ancho que mis espaldas y los dioses han emitido juicio...
Cuando cierro mis ojos puedo sentir el viento fresco... es la suave brisa que me trae el pasado... Una nube de sonrisas, sal y rosas... como si el recuerdo fuera de un ayer próximo...
Los días pasan... Ya suman 189 dias (con sus noches), 7 lunas (con sus cuartos menguantes, crecientes y nuevas)... Y 2 Johnnie Walker , 7 mojitos, 1 Navarro Correas, 2 caipirihnas (al estilo mediterraneo)... 20 piscos sour... 1000 tertulias, 10 amigos, 0 hombres...
Yo tuve mi propio cuento de hadas, con príncipe y brujas incluidos... Por cada segundo de felicidad me marcan 3 litros de tristeza...
Dicen que los hijos son como aves que un día emprenden el vuelo y se van y etc... Ciertas aves migrarán pronto... y yo me siento como un cernícalo... a ese que amarran las patas y tapan los ojos, pues se tiene la certeza de que al soltarlo te arrebatará los tuyos... Y finalmente soy el fuckin' patito feo que nadie quiere adoptar...
Eso último está bien para mi auto examen de conciencia, pero no para vox populi familiar... Ya voy cogiéndole pavor al día en cuestión, en el que toda la familia reunida pregunte a voz en cuello "como es que tan linda, profesional exitosa y no tengas novio???"... No sé si tendré que responder o me alquilo con tiempo un "damo de compañía"... Creo que buscaré a ese "amigo comodín" que sirve para oda ocasión y se le puede llevar a todas partes porque es simpático, guapo, viste de Dior y Armani, siempre sabe qué decir y es un profesional exitoso (como yo)... Pero no es gay y, aún así, no quiere nada conmigo... Oh!, bueno... él quiere disfrutar de la mercadería sin comprarla y sólo por eso seguimos siendo amigos, porque me encanta ver cómo se deshace en atenciones mientras llega su día.
El hecho es que navegando en el inmenso mar de posibilidades humanas que es mi universo cercano, no existe un solo hombre que me atraiga ni yo a él. Me habré vuelto invisible?... ese será el mundo real?... Se estarán notando mis arrugas y la verruga que todas las brujas llevamos en la nariz?... O es que soy tan indomable que lo expelo por mis millones de poros?... Será que mi cabello no creció, que mi sonrisa sigue siendo tímida y que detesto los hombres fáciles???... Será que no dejo sanar mis heridas aún?... En ocasiones puedo ser tan sencilla y complicada a la vez que no existe respuesta humana que libere las dudas...
Imagino que el veredicto de un dios supremo es que pague por el error cometido. Se lo debo al Universo, lo sé.
Y mientras mi vida discurre con la corriente del río que es esta vida, mi conciencia se niega a aceptar que ese sea mi destino. La vida no la puede gobernar ningún agente externo, ni un universo caprichoso, ni las consecuencias de un error... El destino se transforma, el universo cambia y los errores se corrigen... Y yo me revelo ante esos designios injustos que suponen pasar mis días en soledad... Quiero cambiarlo todo, no sé cómo hacerlo, pero quiero dejar de ser el pato feo, el cuy de laboratorio, el conejo de la parrilla... Quiero sólo ser yo... pero siento que aún a estos 34 (que ya me pesan) no me he encontrado...
Asumo que es la deuda que tengo con el universo... El error cometido es más ancho que mis espaldas y los dioses han emitido juicio...
Cuando cierro mis ojos puedo sentir el viento fresco... es la suave brisa que me trae el pasado... Una nube de sonrisas, sal y rosas... como si el recuerdo fuera de un ayer próximo...
Los días pasan... Ya suman 189 dias (con sus noches), 7 lunas (con sus cuartos menguantes, crecientes y nuevas)... Y 2 Johnnie Walker , 7 mojitos, 1 Navarro Correas, 2 caipirihnas (al estilo mediterraneo)... 20 piscos sour... 1000 tertulias, 10 amigos, 0 hombres...
Yo tuve mi propio cuento de hadas, con príncipe y brujas incluidos... Por cada segundo de felicidad me marcan 3 litros de tristeza...
Dicen que los hijos son como aves que un día emprenden el vuelo y se van y etc... Ciertas aves migrarán pronto... y yo me siento como un cernícalo... a ese que amarran las patas y tapan los ojos, pues se tiene la certeza de que al soltarlo te arrebatará los tuyos... Y finalmente soy el fuckin' patito feo que nadie quiere adoptar...
Eso último está bien para mi auto examen de conciencia, pero no para vox populi familiar... Ya voy cogiéndole pavor al día en cuestión, en el que toda la familia reunida pregunte a voz en cuello "como es que tan linda, profesional exitosa y no tengas novio???"... No sé si tendré que responder o me alquilo con tiempo un "damo de compañía"... Creo que buscaré a ese "amigo comodín" que sirve para oda ocasión y se le puede llevar a todas partes porque es simpático, guapo, viste de Dior y Armani, siempre sabe qué decir y es un profesional exitoso (como yo)... Pero no es gay y, aún así, no quiere nada conmigo... Oh!, bueno... él quiere disfrutar de la mercadería sin comprarla y sólo por eso seguimos siendo amigos, porque me encanta ver cómo se deshace en atenciones mientras llega su día.
El hecho es que navegando en el inmenso mar de posibilidades humanas que es mi universo cercano, no existe un solo hombre que me atraiga ni yo a él. Me habré vuelto invisible?... ese será el mundo real?... Se estarán notando mis arrugas y la verruga que todas las brujas llevamos en la nariz?... O es que soy tan indomable que lo expelo por mis millones de poros?... Será que mi cabello no creció, que mi sonrisa sigue siendo tímida y que detesto los hombres fáciles???... Será que no dejo sanar mis heridas aún?... En ocasiones puedo ser tan sencilla y complicada a la vez que no existe respuesta humana que libere las dudas...
Imagino que el veredicto de un dios supremo es que pague por el error cometido. Se lo debo al Universo, lo sé.
Y mientras mi vida discurre con la corriente del río que es esta vida, mi conciencia se niega a aceptar que ese sea mi destino. La vida no la puede gobernar ningún agente externo, ni un universo caprichoso, ni las consecuencias de un error... El destino se transforma, el universo cambia y los errores se corrigen... Y yo me revelo ante esos designios injustos que suponen pasar mis días en soledad... Quiero cambiarlo todo, no sé cómo hacerlo, pero quiero dejar de ser el pato feo, el cuy de laboratorio, el conejo de la parrilla... Quiero sólo ser yo... pero siento que aún a estos 34 (que ya me pesan) no me he encontrado...
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